Teniendo en cuenta que el año pasado hubo 202 trabajadores que fallecieron en un accidente in itinere, es decir, en el trayecto entre su domicilio y su lugar de trabajo, es curioso que sólo un 20% de las empresas de nuestro país hayan optado por tener un Plan de Movilidad establecido dentro de la compañía, como acción para reducir los accidentes de tráfico laborales.
La Norma ISO 39001 es un Sistema de Gestión de la Seguridad Vial, que ayuda a las organizaciones a reducir, y en última instancia eliminar, la incidencia y riesgo de la muertes y heridas graves derivadas de los accidentes de tráfico.
En el panorama laboral actual, la seguridad vial se posiciona como una prioridad ineludible para las empresas. De acuerdo con un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los accidentes de tráfico representan aún un porcentaje significativo de los percances laborales, con un impacto considerable en la productividad y el bienestar de los trabajadores.
Los accidentes de tráfico laborales, según datos de la mutua MAZ, supusieron el 11% de los accidentes laborales ocurridos en 2017. La mayoría de ellos se produjeron de camino al trabajo –accidente in itinere. Un alto porcentaje de trabajadores se desplazan en coche a su trabajo o incluso durante su jornada hacen uso de este, por lo tanto, la concienciación de las empresas ante dichos accidentes laborales debe aumentar para evitar el número de fallecidos.
Se entiende por accidente laboral de tráfico (in itinere) aquel que sufre un trabajador durante su jornada de trabajo, es decir, en la incorporación o retorno al centro de trabajo, siempre que intervenga un vehículo en circulación.
Los trabajadores de las empresas de transporte y logística tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente vial laboral, ya que su actividad se desarrolla en la carretera, por lo que es necesario que, las empresas incluyan dentro de sus Políticas de Prevención de Riesgos Laborales, la implantación de un Sistema de Gestión de la Seguridad Vial basado en la Norma ISO 39001.
La vuelta a la normalidad y a nuestros trabajos de manera presencial, y el miedo al contagio tras el confinamiento provocado por el coronavirus, está haciendo que las carreteras se vuelvan a llenar de vehículos.
Cada vez es más común tener un accidente de tráfico mientras se va de la casa al trabajo, del trabajo a la casa o durante la jornada laboral. Este tipo de accidentes, in itinere y en misión, se consideran laborales y son los que más bajas generan en las empresas.
Según un estudio realizado por el European Road Safety Observatory, más de 3.500 personas han fallecido en España por accidentes de tráfico laborales desde 2005.
Aunque según datos del estudio realizado por el Observatorio de la siniestralidad vial laboral de España, los accidentes de trabajo laborales, tanto en misión como in itinere, se redujeron en 2019 un 8,3% con respecto al 2018, todavía nos queda mucho por hacer y muchas medidas que adoptar a nivel de las empresas, para contribuir a que esa cifra siga bajando.
El accidente laboral de tráfico es una de las principales causas de muerte en el entorno laboral. Respecto al conjunto de accidentes laborales representan un 12%, sin embargo, son el 38% de las muertes, y cada año van en aumento según estadísticas de Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.