Desde un punto de visto jurídico, un inspector de trabajo tiene potestad para actuar en el ámbito de la seguridad vial laboral, ya que esta está contemplada en la Prevención de Riesgos Laborales.
Teniendo en cuenta que el año pasado hubo 202 trabajadores que fallecieron en un accidente in itinere, es decir, en el trayecto entre su domicilio y su lugar de trabajo, es curioso que sólo un 20% de las empresas de nuestro país hayan optado por tener un Plan de Movilidad establecido dentro de la compañía, como acción para reducir los accidentes de tráfico laborales.
Un plan de movilidad, enfocado en el ámbito empresarial, consiste en la realización de una serie de acciones necesarias para lograr la reducción de los accidentes viales laborales de los trabajadores, tanto en sus desplazamientos in itinere, como en los que deben realizar durante su jornada, para completar el servicio que su empresa ofrece.
Lo primero que nos viene a la mente, cuando pensamos en los beneficios de invertir en el desarrollo de planes específicos en las empresas para reducir la siniestralidad vial laboral, probablemente sea las ventajas financieras, administrativas, competitivas, reputación social corporativa (RSC), etc.
En el panorama laboral actual, la seguridad vial se posiciona como una prioridad ineludible para las empresas. De acuerdo con un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los accidentes de tráfico representan aún un porcentaje significativo de los percances laborales, con un impacto considerable en la productividad y el bienestar de los trabajadores.
Lograr motivar a que las empresas contemplen que la seguridad vial debe formar parte de sus planes de prevención ha sido sin duda un reto muy recurrente los pasados años. Además, cuando las empresas contemplan que deben informarse y asesorarse de manera correcta para resultar en una verdadera ventaja para estas, es otra variable que se presenta cuando hablamos de la implementación de la seguridad vial laboral. Recientemente se realizó una jornada referente a la seguridad vial donde se presentaron datos que sustentan por qué debería implementarse la seguridad vial en las empresas.
Según un estudio de Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses, el 45,5% de los conductores fallecidos en España durante el 2019, dio positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, de manera aislada o en combinación.
Según datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, en 2016 muriero 208 personas en accidentes de tráfico laborales, representando un 33% del total de muertes por accidentes laborales, y un 11,5% del total de accidentes de tráfico en España.
Con el propósito de garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores, las empresas españolas deberían hacer un estudio y valoración de su entorno laboral.
Tras un informe realizado en 2016 por la UGT, más de un 38% de los trabajadores que sufrieron un accidente de tráfico, durante su jornada laboral en Madrid, fallecieron en las carreteras. La mayoría de ellos eran transportistas y profesionales que sufrieron accidentes dentro de su horario laboral (esto se considera un accidente laboral), siendo el resto producidos en jornada in itinere.
Aunque según datos del estudio realizado por el Observatorio de la siniestralidad vial laboral de España, los accidentes de trabajo laborales, tanto en misión como in itinere, se redujeron en 2019 un 8,3% con respecto al 2018, todavía nos queda mucho por hacer y muchas medidas que adoptar a nivel de las empresas, para contribuir a que esa cifra siga bajando.